martes, 21 de julio de 2009

11.

Julieta alrededor de los 8 años.
09:13 a.m. Viernes, ¿? de junio del ¿?


La maestra recibe en su escritorio a una mujer pelirroja. Es la madre de Julieta. Los niños comienzan a entretenerse enseguida. Salvo una pequeña, también pelirroja: Julieta. La maestra sonríe. La mujer pelirroja le da la mano. La maestra se la estrecha. Comienzan a hablar. La maestra abre una carpeta y comienza a traspapelar. Julieta baja la mirada. La mujer pelirroja se mantiene en pie. La maestra saca una boleta de color gris. Se la pasa a la mujer pelirroja. Ella revisa los números deslizando su índice hacia abajo. Murmura. Menea la cabeza, muy despacio, de izquierda a derecha. Arriba a abajo. Izquierda a derecha. Izquierda a derecha. Estática. Izquierda a derecha. La maestra pide a los niños que se pongan a trabajar. Julieta tiene los ojos clavados en su regazo. La mujer pelirroja se siente incómoda por lo que ha visto. Mira a su hija. Mira de vuelta a la maestra. La maestra mira la preocupación de la madre y de la hija. La maestra dice que “no es una niña que no aprenda. De hecho, su niña es muy lista. Pero a veces como que se concentra mucho en otras cosas. Como que…”. El rostro de la mujer pelirroja se relaja. Julieta aún con la mirada abajo. La maestra la señala. La mujer pelirroja mueve la cabeza de manera afirmativa. La maestra percibe un aire de sutil indiferencia en la madre. Ahora la mujer pelirroja comienza a explicar algo a la maestra, que “qué bueno que al menos sí nota usted eso. Que no es burra. Si no que…”. La maestra afirma desconcertada. Comienza a explicar algo nuevo. La mujer pelirroja luce tranquila. Julieta levanta la cara. Y mira por la ventana, hacia la jardinera. La maestra intenta hacer ver algo a la mujer pelirroja. La mujer pelirroja responde con un gesto negativo. Y dice que ella “no sabe dónde está lo grave en todo esto, mientras todos estemos conscientes de que no es bruta”. La maestra luce incómoda. La mujer pelirroja mira su reloj. Julieta se emborracha de la jardinera. La maestra continúa con su explicación. En este momento la mujer pelirroja luce con una indiferencia descarada. Julieta sale del trance. Se pone a trabajar en su cuaderno. La mujer pelirroja mira el reloj de vuelta. La maestra va a comenzar a explicar desde el principio todo cuando una nueva mujer aparece en la puerta. La mujer nueva saluda con fingido entusiasmo. Y camina hacia dentro. La maestra luce más incómoda. No se sabe a quién le pide de favor que espere un poco más, si a la mujer pelirroja o a la nueva. La mujer pelirroja toma una pluma de color negro del escritorio. Firma la boleta. La mujer nueva saluda de beso a la maestra. La mujer pelirroja le entrega la boleta firmada a la maestra. Da las gracias. Se despide. La maestra luce preocupada. Reprime su “adiós”. La mujer pelirroja le dice “adiós” a la niña pelirroja. Se sonríen mutuamente. La madre de Julieta sale del salón. La mujer nueva jala una banca hacia el escritorio. Se sienta sobre ella. La maestra dice algo mientras abre una carpeta y comienza a traspapelar.

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