martes, 21 de julio de 2009

12.

09:58 a.m. Domingo, 21 de junio del 2009.

La señora Martha barre su banqueta. La señora Martha es vecina de Julieta. Julieta sale de su casa. Carga una caja blanca. Se dirige a su auto. La señora Martha deja de barrer y saluda a Julieta. Julieta levanta la mano derecha. Luego abre la puerta del auto y coloca en el asiento del copiloto la caja blanca. Ahora Julieta se acomoda frente al volante. La señora Martha mira fijamente a Julieta. Le percibe algo muy raro. No le da importancia y vuelve a la dialéctica de la escoba. Julieta enciende el auto.
------- Ahora el reloj marca las 10:03 de la mañana. Julieta conduce a velocidad moderada. Julieta tiene los ojos acuosos gracias a la emoción. Llega a un semáforo y está en ámbar. Julieta se detiene. Luz roja. Espera. Luz verde. Avanza de vuelta. Siempre con la velocidad moderada.
------- Julieta pasa por enfrente de una iglesia. Es La Parroquia de El Pentecostés Lagunero. Julieta disminuye su velocidad. Se persigna con fervor. Sus ojos no han dejado de lagrimear gracias a la felicidad que siente. Continúa conduciendo.
------- Julieta se dirige al hospital. El mismo donde se encuentra internada su suegra. Julieta piensa estacionarse en un cajón azul para discapacitados. Julieta frena. Medita un poco. Comienza a dialogar. Está sola en el auto. Y antes de introducirse en el cajón azul continúa de largo por la calle.
------- Ahora el reloj marca las 10:26 de la mañana. Julieta finalmente estaciona el auto a un costado del hospital. La llovizna de sus ojos cesa. Se seca los estragos de su emoción. Coge la caja blanca. Sale del auto. Se coloca la caja blanca bajo el brazo derecho. Se dirige a la puerta principal del edificio.
------- Julieta entra al hospital. Llega a la barra de información. Saluda cordialmente a la secretaria. Pregunta por el número de la habitación de un paciente. La secretaria responde. Julieta sonríe y se encamina al elevador. Antes de llegar allí un guardia le sujeta con fuerza del brazo izquierdo. Julieta voltea. El guardia queda encantado ante la sonrisa de Julieta. Julieta antes de ser interrogada responde que lleva ropa especial para una enferma. El guardia le regresa la sonrisa. También el brazo. El guardia regresa a su lugar. Julieta presiona el botón negro de los tres elevadores. Espera. Al fin un elevador abre sus puertas. A Julieta se le acelera nuevamente el corazón. Se le ha puesto la piel de gallina. Julieta ha percibido algo especial. Como si se le hubiesen abierto las puertas del cielo frente a sus ojos.

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